La jalea real es un líquido extremadamente nutritivo, espeso, balsámico del color blanco con un olor peculiar y sabor un poco agrio. Las abejas obreras producen jalea real del néctar, polen y agua usando la secreción de sus glándulas. La jalea real sirve de alimento a todas las larvas de abejas obreras y zánganos durante los primeros días de su vida, sólo la abeja reina es alimentada con jalea real durante todo el período del desarrollo. Los componentes básicos de la jalea real son proteínas, vitaminas, hormonas, lípidos, sacarina, agua, aminoácidos, etc.

Uso:

La jalea real es una sustancia milagrosa que estimula el desarrollo, recupera la energía, regenera el organismo, refresca la memoria y regula el metabolismo. Su aplicación es beneficiosa para muchas dolencias, en especial aumenta la inmunidad del organismo y mejora el cuadro sanguíneo, acelera la recuperación de los convalecientes, mejora el estado de las personas con la enfermedad Parkinson, regula nivel de azúcar en la sangre de diabéticos. La jalea real también renueva las células dándoles materias que con el tiempo han perdido. Gracias a la alta presencia de proteínas, la jalea real estimula el crecimiento y desarrollo de los niños y, en especial, fortalece la inmunidad del organismo joven. La jalea real es el mejor acompañante para una vida larga y sana.

¿Cómo conservar la jalea real?

En su estado natural, la jalea real se debe conservar en vasijas herméticas de vidrio oscuro y en temperaturas bajas (20 grados centígrados bajo cero). Se puede conservar mezclado con la miel, polen o solución de própolis que sirve como conservante natural gracias a lo cual puede soportar temperaturas más altas. La conservación más larga de la jalea real es posible al hacer un proceso especial (liofilización) que consiste en quitarle el agua transformándola en el polvo.